Es un enclave idílico para hacer snorkel dentro de piscinas artificiales construidas por el hombre en un entorno natural, donde se puede ver a los peces pasando de balsa en balsa. Además, para los más audaces, es un lugar perfecto para practicar los saltos al agua Eso sí, es recomendable asegurarse bien de la profundidad del agua antes de lanzarse porque algunas zonas pueden llevar a engaño.
Para llegar viraremos a babor en cuanto salgamos de la bocana del puerto de Alicante y dirigiremos la proa del Bernat hacia el Cabo de las Huertas, que deberemos bordear. La travesía es muy agradable, con vistas al castillo de Santa Bárbara de Alicante. Tras dejar el cabo atrás, se trata de continuar navegando rumbo Norte hasta llegar a la localidad de El Campello. Es inconfundible, ya que la Torre de la Illeta, junto al club náutico, nos servirá de referencia. Ahora es cuestión de fondear el velero, siempre asegurándose que el ancla está afianzada en el fondo marino, calzarse las aletas, ponerse las gafas y disfrutar de este paraje histórico.
Además de las piscinas, se puede pasear por la Illeta dels Banyets y visitar el yacimiento romano, uno de los más importantes de la zona debido a su tamaño y al buen estado de conservación de los restos arqueológicos. Incluso aún se mantienen algunos mosaicos sobre el suelo. No te olvides de llevar las típicas sandalias cangrejeras o las echarás de menos cuando camines sobre las afiladas rocas.
Y, cómo no, tras el baño de rigor, llega la mejor parte del día. Con buena comida sobre la mesa, bebidas frías tras horas en la nevera y tu música favorita sonando por los altavoces de cubierta, la vida se ve de otra forma. Y la costa alicantina, a bordo de un velero, también.
A apenas 8 millas náuticas del puerto de Alicante tenemos un lugar mágico. Uno de esos rincones con historia (y algo de leyenda) cuyo encanto ha sobrevivido al paso de los siglos, y no es otro que el yacimiento de los Baños de la Reina. Cuenta la leyenda (y de ahí el nombre) que una reina mora los hizo construir para bañarse en el mar alejada del oleaje. La historia oficial es que se trata de unas piscifactorías construidas por los antiguos romanos.